Nuestra vocación no sólo nos afecta a nosotras sino que es también una misión para los demás. Como Hermanas del Divino Salvador entendemos esta misión como una manera de
"hacer que las personas experimenten la bondad y la misericordia infinita de Dios, las cuales son reveladas en Jesucristo".
Esto determina nuestra vida y acción, la oración y el servicio. Estamos involucrados en servicios como los de atención a la salud, hospital, así como la atención geriátrica. Trabajamos en los servicios educativos, sociales y pastorales, y tratamos de servir a la gente en necesidad y quienes sufren de varias maneras.
El énfasis de nuestro compromiso apostólico es diverso. Éste responde a las necesidades de las personas de acuerdo a las posibilidades que tenemos en los países donde la Congregación está presente.
En el cumplimiento de estas diversas tareas, la Congregación se encarga de colaborar con los laicos, organizaciones y grupos de interés y de motivación similares.