El día después de la elección de la Superiora General, podemos ir de viaje.

Adónde vamos, sería una sorpresa.

Después de la Celebración Eucarística dominical, abordamos dos autobuses y salimos de Oberbronn.

El tiempo no podría ser mejor.

En el autobús nos enteramos: La excusión va en dirección Alemania, ¡a Heidelberg!

Así, pronto hay un ambiente relajado, gozosa.

Después de más o menos dos horas llegamos a Heidelberg, y los conductores de autobuses tienen que enfrentar un desafío: las curvas y las partes estrechas de la carretera hasta el famoso “Schlossberg” (= monte de castillo).

Las hermanas y intérpretes de un de los autobuses deben emprender una parte del ascenso a pie.

Llegados arriba, nos fortalecemos: por la mañana, todos habíamos preparado una bolsa de picnic para el almuerzo. Mientras que comimos, observamos a los muchos turistas y visitantes que se mueven aquí, y ellos están mirando a nosotros. Todos están sacando muchas fotos.

Luego, entramos en el patio del castillo y en la terraza con vistas. El Capellán P. Weber nos cuenta mucho sobre la historia de esta imponente estructura, que se ha ido deteriorando desde la Guerra de los Treinta Años, y luego en parte se desmoronó (según dicen, es la ruina más famosa y más grande del mundo), pero todavía sigue manifestando el impresionante telón de fondo renacentista de la residencia de los condes palatino renano y más tarde de los príncipes electores.

En un gran sótano impresiona también el famoso barril enorme del príncipe, la guardia de este se había encargado el "enano" Perkeo, de quién se dice que hubiera bebido solo vino durante toda su vida.

Después de una vuelta por el centro histórico, una visita a la Iglesia barroca de los jesuitas y un delicioso helado, subimos nuevamente a los autobuses.

Por la tarde compartimos las vísperas con nuestras hermanas en el convento „Maria Hilf“ (=María ayuda) en Buehl, y luego disfrutarnos de un bufete riquísimo, antes de atravesar el Rin y regresar a Oberbronn.

Miren simplemente las fotos: es imposible describir brevemente las muchas impresiones bellas de este día, por lo que agradecemos cordialmente a nuestras superioras.

Ahora nos sentimos de nuevo fortalecidas para el trabajo posterior del Capítulo General.